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Players

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Los fotógrafos de Magnum entran al juego

 

5/12/2018     17/02/2019

En 2017 se cumplieron 70 años desde que Robert Capa descorchara una botella de champán para brindar junto a Henri Cartier-Bresson, George Rodger y David Seymour por la fundación de la hoy mítica agencia Magnum. Desde entonces, 92 fotógrafos han contribuido a asentar el prestigio del sello Magnum, documentando los acontecimientos cruciales del siglo XX y generando algunas de las imágenes más icónicas de la historia de la fotografía. Todos ellos ayudaron a legitimar la fotografía como una herramienta autorizada para explicar el mundo y, en un momento como el actual en el que la cámara parece haber sido sustituida por el móvil y la imagen veraz por la posverdad, Magnum sigue siendo referente de la seriedad fotográfica.

Comisariada por Cristina de Middel y Martin Parr esta exposición pretende, sin embargo, relajar las expectativas que se proyectan sobre la agencia para mostrar su versión más desenfadada, en la intimidad, disfrutando sin la obligación de tener que grabar en piedra verdades universales con cada disparo. Con casi 200 obras de 46 autores distintos, el objetivo es dejar a un lado la veneración y la norma para sacar a la luz imágenes en las que el juego es el protagonista. La muestra incluye fotógrafos de distintas generaciones –desde históricos como Jim Goldberg, Bruce Davidson o Eliott Erwitt a incorporaciones más recientes como Alec Soth o Christopher Anderson- para construir una retrospectiva inusual de Magnum y de sus estilos y mostrando, por primera vez, la faceta más amable de sus autores. Una faceta en la que ellos mismos juegan o miran como juegan los demás.

La palabra player en inglés nos remite primeramente al mundo deportivo, en su sentido de «jugador», ya sea de fútbol, béisbol o golf. En este apartado se incluyen, entre otras cosas, algunos ejemplos de excentricidad británica como las fotografías que Peter Marlow hizo de los alumnos del colegio de Eton jugando al famoso «juego de la pared», una especie de rugby ancestral, o las de Chris Steele-Perkins documentando el partido de críquet que anualmente tiene lugar en la isla de Wight durante el tiempo en que la marea baja permite aflorar el banco de arena sobre el que se juega.

Igualmente, player (que también significa «intérprete») nos remite a la música. Así, en la exposición encontramos desde fotografías sobre el mundo del jazz de Guy Le Querrec hasta imágenes de Jonas Bendiksen en las que aparecen músicos noruegos de heavy metal, melenas al viento y en estado de éxtasis.

Players además hace alusión a la idea, más general, de personas que lo pasan bien en actividades de ocio (to play significa también «jugar», sin más): niños jugando en la calle, gente jugando a las cartas, las posibilidades son casi infinitas. Encontramos aquí desde las ya famosas fotografías de Pokémon GO realizadas por Thomas Dworzak (que se convirtieron en las más populares jamás subidas al sitio de Magnum), pasando por fotografías de niños y adolescentes firmadas por Bruce Davidson, Cristina García Rodero o Alex Webb entre otros, hasta los jugadores de apuestas de Bruce Gilden.

Y finalmente, el juego del propio fotógrafo experimentando con el ingenio en una suerte de ironía visual que busca la complicidad del espectador. Como ejemplo, el humor formal de Richard Kalvar, y Carolyn Drake o el gesto irónico del propio Eliott Erwitt en su autorretrato con cara de gorila.

Comisarios:
Cristina de Middel
Martin Parr

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Isidoro Valcárcel Medina va al cine

Isidoro Valcárcel Medina va al cine

Isidoro Valcárcel Medina

Va al cine

 

06/09/2018     18/11/2018

La exposición Isidoro Valcárcel Medina va al cine parte de la pasión que él siente por este arte. No dejaré de recordar que posee el carnet número seis de socio de la Filmoteca Nacional, el cual sigue usando. Su experimentación conceptual ha incidido unas pocas veces en la cuestión del cine interrogándolo, y sus “intervenciones” sobre este tema constituyen vertebralmente este proyecto. No es un estudio sobre Valcárcel Medina y el cine sino una exposición de lo que es la cercanía del autor con el llamado séptimo arte y el modo en que él da la vuelta a algunas de sus partes constituyentes. Elucu­braciones mediante las cuales la misma idea de lo cinematográfico, en el sentido ar­gumental que tiene, es puesta en entredicho, o severamente alterada y objetivamente subvertida por el artista.
Hemos de hacer hincapié en el hecho, bastante singular, de que esta exposición extra­ñamente reúne “un corpus” del obrar de Valcárcel Medina. Y si decimos extrañamente es debido a que, su trabajo, sostenido sobre la idea, alcanza un sesgo “inmaterial” que la identifica, lo que, a priori, contradiría esta cualidad. Pero, en efecto, esto no es del todo así. Las pruebas, a lo largo de su recorrido, son ya muchas. No en vano, esta aventura, constituida por piezas objetuales, sonoras y visuales es el testimonio de una fisicidad aliada con lo que, de modo ya un tanto convencional, se da en llamar concepto.
Desalienar la mirada es una tarea a realizar, individual y colectivamente, sencillamente para pensar y para vivir. Para poder realizarlo, es inevitable acercarse a otros modos de hacer cine, es decir, a otros modos de hacer realidad. Es lo que intentamos aquí (en la Sala Amós Salvador) atentos a la resonancia de lo obrado por Valcárcel Medina, quien, como cualquier otro cinemagoing, ha aprendido, ha pensado el cine-mímesis porque en él ha visto lo que, en el tiempo, le ha conducido a elaborar una reflexión sobre lo cinemato­gráfico que, sin dejar de ser un tributo a aquello sobre lo que se apoya (cuando así lo hace), ha sabido desplegar sus latencias hasta construir con ellas una poética anti-burguesa, es decir, independiente de los mecanismos mentales que dictan el conocimiento pre­determinado por un modelo socio-cultural que rehúye toda responsabilidad para con la elevación de espíritu y del pensamiento que quiera llevar tal nombre.

Eugenio Castro, director de la exposición.

Isidoro Valcárcel Medina (Murcia, 1937) es uno de los más importantes artistas espa­ñoles de nuestro tiempo. Ha sido galardonado entre otros con el Premio Nacional de Artes Plásticas (2007) y el Premio Velázquez (2015). Pionero del Arte Conceptual en España, pronto se sintió agotado por lo que consideraba “fórmulas clásicas” dentro de la expresión artística y quiso ir más allá. Pasó de la figuración a la no figuración, haciendo parada en la abstracción, el formalismo, la expresión geométrica y la expre­sión minimalista abstracta, hasta llegar a la desmaterialización. Desde los años sesenta merodea en el arte creando situaciones, intervenciones, lugares, acciones y proyectos alejados por completo del objeto artístico y de los aspectos comerciales del arte. Le interesa provocar con las ideas y jugar a cambiar las reglas de lo establecido en la vida, el arte o el cine, como en esta ocasión.

Director de la exposición:
Eugenio Castro

Producción:
Cultural Rioja

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La Celosía

07/10/2018    12:00 h
Sala Amós Salvador

La Celosía

07/10/2018    12:00 h
Sala Amós Salvador

Sergio Mora. Retrofutura

Sergio Mora. Retrofutura

Sergio Mora

Retrofutura

 

07/06/2018     19/08/2018

Sergio Mora (Barcelona, 1975) pertenece a una generación de jóvenes artistas que, iniciado el siglo XXI, expandieron su actividad pictórica más allá de las fronteras del lienzo. Ocuparon otra vez espacios que siempre habían necesitado del atrevimiento del arte, del oficio de pintor, pero que –tras el empuje de la Posmodernidad– habían sufrido un alejamiento del foco de la discusión estética, quizá por la clara tendencia de estos pintores a no excluir de sus obras un acusado estilo narrativo: un camino que bien pudiera refundirse con el de la ilustración y que a ellos, lejos de incomodarles, les incentiva y afianza en sus convicciones.

En los años 70 del siglo XX nació en Norteamérica el movimiento Lowbrow, surgido de las expresiones artísticas emergentes en la cultura popular junto con la libertad de acción del underground y la voracidad e hiperactividad del Pop. Cualquier medio para la difusión de la obra era adecuado: de la música a los cómics; de la literatura a la pintura; del grafiti al vídeo. Sergio Mora bebió de aquellas influencias, convirtiéndose en uno de los más destacados artistas de nuestro país de lo que aquí se denominó Surrealismo Pop. Más allá de etiquetas –que con la distancia que dan sus años de dedicación y la infinidad de sus proyectos han quedado obsoletas–, su singular obra le ha convertido en un referente artístico por saber trenzar sin complejos el universo de motivos que la cultura visual de todos los tiempos pone a su alcance. Un estilo que hoy, sin duda, lleva su nombre: Sergio Mora; y el de su heterónimo: Magicomora.

La infancia, el juego y los juguetes, la televisión, el Rock, el Pop, el cine, la ciencia ficción, los monstruos, “el arte como algo mágico” –que él siempre defiende– son elementos que pueblan sus obras hasta convertirlas en lugares de transformación, de memoria, alegría y de la esperanza –siempre– en un más allá que se alcanza a través de la contemplación.

Su trabajo como ilustrador ha recibido recientemente un Grammy al mejor diseño de packaging por el disco El Poeta Halley de la banda Love of Lesbian. Sergio Mora ha colaborado con el famoso diseñador Philippe Starck en Bazaar Mar, el restaurante que recientemente el chef José Andrés ha inaugurado en Miami. Y acaba de trabajar con Gucci, la firma de moda que ha escogido varios de sus dibujos para producir con ellos las prendas de su colección Primavera-verano 2018. También ha realizado campañas publicitarias para otras importantes marcas, ha publicado cómics propios e ilustrado numerosos títulos con las mejores editoriales de nuestro país. Su trabajo ha aparecido en las más prestigiosas revistas nacionales e internacionales y su obra ha sido expuesta por todo el mundo, desde Barcelona a Londres o Nueva York, pasando por Dubái o Irán, entre otros lugares.

Por primera vez se reúnen en una única exposición (en exclusiva para la Sala Amós Salvador) la práctica totalidad de las etapas creativas de su autor hasta la fecha. Pueden contemplar más de 130 obras, realizadas en las más diversas técnicas y disciplinas artísticas: pintura, dibujo, ilustración, grabado, cómic, cerámica. La magia de Sergio Mora está para curarnos de los prejuicios, esquivar los convencionalismos y regalarnos experiencias únicas repletas de felicidad. Una dosis visual de Sergio Mora tiene efectos tan beneficiosos como el mayor concentrado a base de sueños y pulpa de deseos que seamos capaces de imaginar. Adminístrensela como consideren; aquí tienen un sinfín de combinaciones.

Artista:
Sergio Mora

Comisario:
Julio Hontana

Colaboradores:
Cultural Rioja

Sergio Mora. Exposición Retrofutura Entrevista

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Ana Montiel. Fields

Ana Montiel. Fields

Ana Montiel

Fields

 

22/02/2018     20/05/2018

La serie Fields se inscribe dentro de un proyecto llamado Hidden Realities (Realidades Ocultas). En la selección de obras que podemos contemplar en la Sala Amós Salvador, Ana Montiel explora la percepción humana, sus particularidades y la carga subjetiva que lleva asociada. En al ámbito de su propia investigación, para Ana Montiel el acto de observar, a nivel neuronal, siempre implica crear. Un acto de creación puro donde la artista considera que los sentidos, aun siendo los receptores que nos permiten percibir el entorno, “inventan” el conocimiento a partir de parámetros externos. De este modo, deduce, que los colores como tales no existen,  puesto que podemos conceptuarlos simplemente como vibraciones energéticas que nuestro cerebro traduce en tonalidades: algo que la artista considera absolutamente mágico y da pie a una extensa reflexión sobre el tema cuya representación pictórica culmina en esta exposición. Las obras de Fields actúan como testigos tangibles en la búsqueda de lo desconocido y son un nuevo punto de vista sobre el tema de la percepción, cuyo enfoque nada restrictivo tiene por objeto expandir su propia conciencia y la del espectador.

La experimentación plástica de Ana Montiel -alejada de lo matérico, no sólo porque su trabajo esté realizado en su totalidad por medios digitales- tiene como herramientas básicas: los estados alterados de conciencia; la metafísica; el concepto budista de impermanencia; la filosofía fenomenológica; o las filosofías orientales como las que encontramos en los Upanishads hinduistas. Con todos estos intereses latiendo en su obra y convenientemente conectados entre sí nuestra artista busca aproximarse a los límites más esquivos sobre la verdad y la vida, sin excluir los aspectos espirituales y rituales –casi diríamos chamánicos- que en tantas ocasiones determinan nuestra existencia, más allá de la objetividad de los hechos accesibles habitualmente a través de la razón.

El currículum de Ana Montiel (Logroño, 1981) es abrumador, máxime teniendo en cuenta su juventud. Comenzó su educación artística aquí, en Logroño en la Escuela de Artes y Oficios de Logroño (Actual ESDIR), donde cursó Bachillerato Artístico. Posteriormente se desplazó a Barcelona a estudiar Bellas Artes y en aquella ciudad comenzó su carrera profesional como creativa, montando su propio estudio. Tras varios año cambió su residencia a Londres donde comenzó a trabajar con importantes empresas a nivel internacional. Actualmente vive en México, desde donde desarrolla su trabajo artístico personal y de dirección de arte para otros clientes, sobre todo de EEUU.

Su trabajo ha sido publicado en medios como The New York Times, subastado en la casa Christie’s y expuesto internacionalmente en ciudades como México, Hong Kong, Los Ángeles, Londres o Tokyo. Ha realizado colaboraciones con importantísimas empresas de todo el mundo, entre las que cabe destacar su reciente trabajo con la compañía Apple para vestir el nuevo iPhone X con varias obras de su serie Fields. Su labor de dirección creativa es extensísima y abarca desde trabajos gráficos hasta la conceptualización de escenas en películas de ciencia ficción para Hollywood. Con el mundo editorial mantiene una relación constante con trabajos para revistas tan relevantes como Architectural Digest, Rolling Stone Magazine, o la serie de libros que escribió e ilustró para el grupo editorial Quarry Books. Los reconocimientos que ha recibido su trabajo son numerosos, pero cabe destacar, por ser el último concedido hasta la fecha, la prestigiosa beca de creación artística otorgada por The Rockefeller Foundation de Nueva York.

Este año la Sala Amós Salvador cumple 30 años (1988-2018), un importante aniversario que hemos querido celebrar con todos ustedes programando esta primera exposición para conocer a fondo la obra de esta joven artista internacional, riojana y también treintañera.

Artista:
Ana Montiel

Colaboradores:
Cultural Rioja

Exposición Fields Ana Montiel

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Sergio Prego. Paralorelei

Sergio Prego. Paralorelei

Sergio Prego

Paralorelei

 

30/11/2017     04/02/2018

La obra artística de Prego plantea una nueva forma de entender la escultura. Trabaja con volúmenes geométricos básicos e investiga formalmente sobre los límites de esta disciplina clásica, a partir de construcciones realizadas con materiales no convencionales. Como resultado de este método obtiene grandes piezas, generalmente efímeras o cuando menos desmontables. La investigación, el trabajo y las obras de Prego durante los últimos años exploran de una manera íntima la naturaleza de la escultura ligada a la arquitectura, el arte conceptual, el diseño y el minimalismo. Su obra pone en entredicho la materialidad de la escultura por su elaboración en materiales flexibles y ligeros que hacen que la forma sólo exista en un determinado estado o a consecuencia de una acción continuada sobre el material que las compone.

Sergio Prego (San Sebastián, 1969) vive y trabaja en Nueva York. A lo largo de su trayectoria artística se ha preocupado en cuestionar y transgredir la tradición de la forma y la fórmula institucional del arte a través del vídeo, la intervención espacial, la escultura y la arquitectura neumática y de membranas. No cabe duda de que Prego es un artista diferente, un defensor del arte libre y un investigador que trasciende las disciplinas artísticas condicionantes y los estilos plásticos preconcebidos. Cursó sus estudios en la facultad de Bellas Artes de Leioa (Universidad de País Vasco) y cultivó la experimentación artística durante los años dorados de Arteleku (San Sebastián) el que fuera centro de cultura y arte contemporáneo de referencia regional y nacional. Durante más de una década, ya instalado en Nueva York, fue el único artista dentro del grupo de ingenieros y arquitectos que componían el estudio de Vito Acconci.

Sergio Prego ha realizado significativas exposiciones a nivel internacional y tiene obra en algunas de las más importantes colecciones de arte de todo el mundo.

Paralorelei es una instalación monumental realizada ex profeso para la sala Amós Salvador, que crea un ambiente próximo a la ciencia ficción rompiendo nuestros esquemas de espacio y tiempo. La pieza llena el gran espacio central a través de módulos que se superponen sobre sí mismos y que se mantienen gracias a la continua aportación de aire que circula por toda su estructura. Este aire se convierte en una herramienta más, que modela la pieza, y la arquitectura del espacio expositivo también juega un papel fundamental en ella y su significado. La singularidad de esta obra convierte esta exposición en un acontecimiento único para la ciudad y la propia sala, que nos hará sentir algo a lo que no estamos acostumbrados.

Artista:
Sergio Prego

Producción:
Cultural Rioja

Dirección de proyecto:
Susana Baldor Ortiz

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